Tarta de galletas y natillas
La tarta de galletas y natillas es prácticamente igual que la de galletas y flan, ya que las texturas y el sabor del flan y de las natillas son muy parecidos.
Cuando no tengo flan utilizo natillas y al revés.
Me encanta hacerla ya que su sabor me transporta a mi época de la infancia, cuando tomaba esta tarta en mi cumpleaños.
Es quizás por eso que me guste tanto.
Yo la he hecho con galletas Fontaneda, pero cualquiera que tengáis por casa está bien. También se suele hacer el preparado de las natillas y a parte la cobertura de chocolate, para verterla por encima, pero a mi me gusta más así. Lo podéis elaborar de cualquier manera.
Lista de ingredientes:
- 3 o 4 paquetes de galletas (las que queramos)
- 200 gr de chocolate fondant
- 1 sobre de preparado de natillas
- 50 gr de azúcar
- 1/2 litro de leche entera + leche para mojar las galletas
- 1 cucharada de mantequilla, a temperatura ambiente
Cómo hacer la tarta de galletas y natillas:
Empezamos haciendo las natillas, para ello calentamos la leche en un cazo a fuego medio. Cuando esté caliente, sacamos un vaso de leche y disolvemos el sobre de natillas.
Cuando la leche empiece a hervir, bajamos la temperatura y añadimos el azúcar y las natillas disueltas. Removemos todo para que las natillas empiecen a espesar.
Incorporamos el chocolate troceado, y seguimos removiéndolo hasta que el chocolate se derrita por completo.
Agregamos la mantequilla y removemos para que se derrita.
Al final tendremos unas natillas de chocolate con su consistencia normal.
Dejamos a un lado las natillas para que enfríen y vamos preparando las galletas.
Ponemos en un recipiente la leche del tiempo y vamos mojando las galletas durante 2 segundos.
Inmediatamente después, las sacamos y las ponemos en el fondo de un molde, yo he utilizado un molde para pum cake, de modo que formen una capa.
Según la forma de la galleta, quizás sea necesario superponer galletas. No importa, lo podemos hacer sin problemas.
Vertemos encima las natillas hasta cubrir los huecos de las galletas.
Empapamos otra tanda de galletas y las volvemos a poner en una capa encima de las natillas. Volvemos a verter las natillas, y a poner otra capa de galletas empapadas. Así hasta llegar hasta el borde del molde.
Acabamos con una capa de natillas, y después metemos la tarta en la nevera para que enfríe. Un par de horas será suficiente, aunque se puede dejar toda la noche.
Desmoldamos la tarta y lo cortamos en trozos para servirlo.